viernes, 5 de agosto de 2011

J.M.J. MADRID: PARA PENSÁRSELO.

Si ya de por sí el asistir a estas jornadas en pleno mes de Agosto llevando una Imagen hasta la capital española era como para pensárselo, después de los últimos acontecimientos que se están sucediendo allí, es como para coger el camino y volverse.
Y es que me entran escalofríos sólo de pensar qué puede ocurrir el día del famoso viacrucis, con los "indignados" en pie de guerra y una policía dividida entre contener a unos y proteger a otros.
Miedo me da.
En principio estaba preocupado por el transporte de la Virgen de Regla, por sus enseres, por el camino de ida y de vuelta. Todo ha quedado atrás. Ahora por lo que estoy verdaderamente preocupado es por la procesión en sí. Como le den por reventarlo, aquello no va a ver quien lo contenga.

Ojalá por el bien de todos, esto no ocurra porque de lo contrario sería para pedir explicaciones serias por la calle Orfila donde, después de la negativa de hasta dos Hermandades sevillanas (que sepamos) a asistir a tal acto, el hecho de asistir como tercer o cuarto plato parece un "quedar bien" con el clero o pagar favores recibidos.

El tinglado formado en Madrid con confesionarios del Ikea, gente por un tubo y desfile por una Avenida como la Palmera, parece más bien una macrobotellona abstemia de jóvenes católicos organizada para contentar a su Santidad que el hecho en sí motivo de la celebración

Que no nos falte de ná.

El año que viene podíamos dejarle a su Santidad un balconcito en la Campana. O si quiere mogollón de jóvenes juntos, que se pase por la feria, casetas de pescui no le van a faltar.

Sería más fácil y menos peligroso.